Agrupación Belgrano

sábado, septiembre 09, 2006

Vuelo 93

Por Carolina

El jueves 31 de agosto arribó a las pantallas porteñas el film “Vuelo 93”. Con una muy buena dirección por parte del inglés Paul Greengrass, más conocido para la mayoría del público por “La Supremacía de Burne”, la historia comienza en una fría habitación de un hotel internacional en el que una pareja de hombres extranjeros planea los últimos detalles de lo que será el secuestro de un avión de la compañía United. Este fue el único de los cuatro aviones que no pudo cumplir con los objetivos preestablecidos, puesto que su destino original iba a ser Los Ángeles, Washington. Pero, al parecer, las cosas no saldrán como se habían planeado. Luego de repasar los preparativos de la toma conjunta del avión, que es llevada a cabo por cuatro extranjeros (dos más se sumarán sin mayores explicaciones a bordo de la nave), el director comienza a introducirnos en las torres de control de los aeropuertos y en la base de operaciones de los militares de Pensylvania.
Resulta muy convincente el primer día del nuevo presidente de United y es un detalle revelador que éste asuma su rol en el mismo día en que dos naves impactarán en las torres gemelas y el vuelo 93 del título de la película pretenderá estrellarse contra el Capitolio.
Un caos en las comunicaciones, el peligro inminente de que varias rutas de vuelo se superpongan con la consecuente coalición de los aviones, la pérdida del campo de la visual en los radares y la ausencia de respuesta por parte del presidente de los Estados Unidos hace que el espectador sienta un aturdimiento intenso y que se tenga que armar de paciencia hasta volver al clima angustioso del interior del avión en donde en las primeras horas de vuelo todo parece desarrollarse con la mayor tranquilidad.
Hay un antes y un después a continuación de la muerte del primer pasajero del vuelo 93 y a partir de este momento los espectadores correrán la misma suerte que el resto de la tripulación.
En este importante y contundente homenaje del director a las víctimas y en el relato del ataque frustrado nos quedarán algunas inquietantes dudas acerca del accionar de las fuerzas armadas estadounidenses, el cambiante “carácter” del actual presidente de los Estados Unidos, la extraña declinación del presidente de la compañía United un día antes de que se produzca el atentado del 11 de Septiembre de 2001 en el World Trade Center, los escasos enlaces entre los organismos públicos y la empresa ante la catástrofe, entre muchas otras más, pero varios “actores” que hacen de sí mismos y el compromiso de este cineasta con la temática impactarán de lleno en el cuerpo y en la mente de todos los espectadores.