Un aplauso para los ladrillos
Por Pablo Maas:
Fuente: http://www.clarin.com/suplementos/economico/2007/04/29/n-00202.htm
La construcción parece haberse convertido en la Cenicienta de la economía. Cada vez que se publican las cifras sobre la evolución de la inversión, nunca faltan los desconfiados que advierten: "Ah, si, pero la mitad de la inversión es en construcción. Y la construcción no es una inversión reproductiva".En la contabilidad nacional, la inversión tiene dos componentes principales: los desembolsos en bienes de equipo durables (como maquinarias y vehículos industriales) y la construcción. La edificación de viviendas, es cierto, es inversión de una sola vez y tiene menor calidad "reproductiva". Pero las máquinas no trabajan a la intemperie, hace falta construir fábricas y galpones para alojarlas. Las empresas industriales y de servicios necesitan muchos metros de oficinas (tema de tapa de esta edición). Las mercaderías viajan por caminos y puentes, que es necesario construir. Las mercaderías se venden en locales comerciales y shopping centers (se construirán más de 20 nuevos hasta 2010). Se estima que un 40% de la construcción es de este último tipo, es decir, inversión genuinamente reproductiva.En España (pag. 11) y a pesar del actual crack inmobiliario, las poderosas empresas constructoras se están lanzando a la conquista de Europa. La prosperidad española de las últimas dos décadas se basó en gran parte en el turismo y el auge de la construcción, que muchos allí llaman "el ladrillazo". En la Argentina, el turismo también está en un buen momento. Pero la construcción sigue esperando a su Príncipe Azul.
Fuente: http://www.clarin.com/suplementos/economico/2007/04/29/n-00202.htm
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